Tu paz, tu serenidad, tu equilibrio, tu fibra romántica, tu sensualidad, tu inteligencia, tu elegancia, fueron dones natos que brillaron en lo obscuro hasta entonces, de mi noche, a partir de ese logro, cada segundo nuevo transcurrido sin ti, me llevaba cronológicamente a compararlo con milenios que tendían sobre mí, su cierzo helado, tratando de abatir las flores que en el jardín de mi alma, cultivaba con fervor, en espera de la dueña merecida, de su aroma y encanto.
Fue así, mi Preciosa Siby, que vendavales de Ternura rondaron mi alma para agasajar humildemente a tu vida, esa misma vida tuya, que sostiene la mía con la templanza y fuerza del que ama y es correspondido, dando vía libre a un anhelo y afán, animando mi esperanza y mi fe, con la ilusión esplendorosa que solo tú sabes inyectarme, hoy logrado ese avance, nos sorprende cada nuevo día, envueltos en un mismo despertar, donde la caricia de tus adormecidos ojos, se abre en plenitud para regalarme la luminosidad esplendorosa de tu mirada, adornada con la caricia del beso que tus labios regalan a los míos.
Vivo contigo a mi lado y alimento mi espíritu segundo a segundo, con la obsecuente idea de amarte más y más, fundiría mi piel a la tuya para evitar una partida, y pienso por momentos, qué moriría feliz en tus brazos, con la dulzura de tu nombre, susurrado por mis labios.
Mi criatura encantada, enloqueces mis momentos, alocas mis instintos, y me sumerges en lo bonito de tu Amor, el cual envuelve en su fascinación, a mi enamorado corazón.