Desde que tu llegaste a mi vida, Siby,
mi pluma jamás equivocó en sus trazos,
la ruta a tu corazón,
estás presente en mi,
en cada momento de mi vivir, te siento en el latir, convulsionado de mi sangre.
Cuando te abrazo, y te estrujo en mi pecho,
mis poros respiran tu aliento,
mis manos se pierden en la sedosidad de tu cabello,
tus caricias, tus besos, tus mimos,
acaramelan mi piel, engolosinan mi alma,
y estremecen a mis labios,
tu aroma es una corola en flor, hálito de Rosas oferente,
que inhalo cuál bálsamo enamorante.
Ebrio de deseo y antojo por ti,
mi tacto reconoce tu presencia,
mi canal sanguíneo tiene tu nombre
presente, en cada gota de mi sangre,
el dulce néctar de tu Amor, es un vicio que me lleva,
a la adición amorosa, de tu Pasión,
vivo, sueño, y muero por ti,
el eco melodioso de tu cálida voz,
es cual murmullo arrullante de mis sentidos,
se estremece mi cuerpo ante su sonoridad,
se alocan mis sentidos,
y se desata mi instinto en pos de conjugar contigo, el verbo Amor.
Gozo, deseo, placer, locura, éxtasis, climax, y logro,
son materias Sublimes presentes,
en cada uno de nuestros antojos,
el pecado se hace a un lado,
para permitir la expansión perenne
de nuestras ansias,
frenéticas y volcánicas, que arrasan en su impetuosidad,
cual lava hirviente, nuestras carnes, abrazan en su fragor, y allí encendidos en la hoguera de la Pasión, incineramos ambos cuerpos...., ¡ En la misma llama !
LÚCAS