Sediento muere mi beso
Ignorado por el tuyo,
Sangrando en el embeleso
De imaginarse tu arrullo.
Tus labios fueron cortina
Cerrada a mis antojos,
Mi Amor ahora declina
Vacíos igual mis ojos.
Ausentes también tus manos
Se marcharon de mi vida,
Dejándome en el desgano
Abierta peor la herida.
Tú negro pelo brillante
No estara ya mas conmigo,
Nada será como antes
Perdido tengo su abrigo.
Tú perfume de Azucena
Me regala su fragancia,
Quizás mitigue mi pena
Aromando a la distancia.
Tu voz susurro inquietante
Dejó vacía mi alma,
Viviendo en cada instante
Robando está mi calma.
Quiero morir en Otoño
Volando hacia otros Cielos,
Dejando de ser retoño
¡ Qué tapice este suelo !.
LÚCAS