Aquella tarde primera
En qué mis ojos te vieron,
Encendiste en ellos, la Primavera
Que destronaba a mi Invierno.
Tus besos muy atrevidos
Van recorriendo mi cuerpo,
Estremeciendo mis sentidos
No dejando, nada yerto.
Como el mar besa en sus olas
Con pasión arrolladora,
Mi mente total atoras
Con tú ternura, a mis horas.
La esencia qué de ti fluye
Se aloja en mis entrañas,
Lo triste y pobre, así huye
Dejando mi alma en calma.
Mirando al Cielo, agradezco
Con mis dos manos en rezo,
No sé, si yo merezco
¡ Tú tierno, y dulce embeleso !.
LÚCAS
Uy que romántico poema. Te mando un beso.
ResponderEliminarSupongo que cuando no estamos seguros de merecer algo más lo agradecemos al tenerlo. O así debiera ser.
ResponderEliminarUn abrazo