Me alegra ser poseedor de un apelativo capaz de llegar al Cenit de tu horizonte, tu pronunciación sacude, estremece, y hace vibrar, cada latido de mi corazón.
Las letras de molde en las cuales tú lo encasillas, están vivas y deseosas de pasearse acariciando y acompañando tu modulación, por la comisura delicada y sutil, de tus simétricos labios.
Cuando me nombras, se desata telepáticamente en mi el delirio, atraído por el imán cautivante que tu posees, tengo anemia de ti, necesito el hierro de tu cuerpo, sin él, caigo, imposible dejar de lado el fascinamiento seductor, alucinado, y embelesado, que me provocas, el pizarrón de mi alma al igual que tú, contiene retención de aquello plasmado en el, almacena y no borra, no es ajeno a la conquista que manifiestas, está a tu lado en todos y cada uno de los segmentos, que conforman un imaginario puzzle.
Nuestros deseos, y emociones, van así encasillando armoniosamente un conformado personal que nos envuelve, sin prisa, ni apuro, " Despacito ", dando tiempo al igual que la canción, al ritmo que nos permita danzar melodiosamente en la misma armonía, allí donde el pentagrama musical de corcheas, negras, y blancas, den lectura a quejidos, suspiros, deseos, gozos, y respiraciones entrecortadas, donde cada beso sea el autógrafo que impriman a nuestras epidermis, pasito a pasito, la emoción pasional que nos lleve juntos al delirio de Amor, que nuestros corazones ansían.
LÚCAS
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